6 de junio de 2006

volar, volar, volar...

Tengo la mente dormida. En un suspiro ya no recuerdo tu nombre.
¿Quién soy? Me pregunto todas las mañanas.
¿Qué hago? Me pregunto todas las noches.

Hacia donde va mi vida.
Esto no es lo que me prometieron cuando yo era pequeña.
La esperanza se va muriendo.
Y yo me siento encerrada en una rutina.

Tengo que volar. Necesito volar. Hoy voy a volar…

1 comentario:

Anónimo dijo...

yo te ayudo a hacerte unas bonitas alas cuando quieras.
unas que te lleven muy alto y muy lejos para que puedas ver como todas tus preocupaciones empequeñecen.